viernes, 27 de noviembre de 2009

Videoentrevista a Marcelo Birmajer

"Un trabajo nunca está listo:
siempre es menos malo que si no lo hubieras corregido"


Marcelo Birmajer hizo de todo: escribió guiones de cine, de tele y de teatro; participó de un programa de radio y en revistas de todo tipo. Entró en el mundo de las historietas nada menos que dentro del staff de la mítica
Fierro. Es autor de libros de humor, fábulas y novelas para adolescentes, y hasta cuentos para adultos. Su primera obra, Un Crimen Secundario, va por su décima edición y lleva vendidos más de 50 mil ejemplares.

En esta videoentrevista, conocé cómo es el proceso creativo de este ocurrente y simpático narrador de historias.



jueves, 26 de noviembre de 2009

Jack Kerouac: Rey de los beatniks y una generación que cambió el curso cultural del siglo XX


Entre el jazz de los años cuarenta y los Beatles, Bob Dylan, y el Arte Pop, una generación de escritores jóvenes modificó el curso literario de Estados Unidos y el mundo. Impuso un nuevo límite cultural, elaboró sus propias definiciones, e intentó doblegar la idiosincrasia de una sociedad alienada en busca del sueño americano a cualquier precio, y se enfrentó a todo lo pacato y lo superficial del arte, la política, y la religión. De la mano de la experimentación literaria, química, sexual y artística, los tres jinetes beatniks por excelencia, Jack Kerouac, su máximo gurú, junto a Allen Ginsberg y William Burroughs, atacaron al mundo con libritos desde sus guaridas de drogadictos y borrachos, partiendo el siglo XX a la mitad.


La vida Beat:

Jack Kerouac, de origen franco-canadiense, nació en 1922 en Massachussets y hasta los cinco o seis años no habló inglés, sino francés. Jugando al fútbol consiguió una beca para la Universidad de Columbia y en 1944, a los 22, conoció a Allen Ginsberg, cinco años menor que él. Ese encuentro sería clave para la literatura estadounidense. Al poco tiempo los dos jóvenes escritores conocieron a un tipo mayor que ellos, William Burroughs, heredero de la fortuna del inventor de la calculadora, y formarían una trilogía mítica para el lenguaje literario de la época que en la cronología de esta historia sería el nacimiento del movimiento beat.

El término beat lo acuñó Kerouac a finales de los 40, una derivación de “beaten down”, que significa abatido o derrotado e intenta definir a su generación que vivía desesperada en Nueva York en los cuarenta y a la sombra de la gran depresión y la segunda guerra.

Los beatniks se enfrentaron a todo tipo de orden moral y religioso que pudiera socavar lo que ellos consideraban el propio “ser”. Tomaban ácidos, heroína, benzedrina, mucho alcohol, y tenían experiencias homosexuales.

El grupo selecto estaba compuesto por Kerouac, Ginsberg, Burroughs, y otros personajes centrales como el poeta y ferroviario Neal Cassady, amigo y amante de Kerouac, y los poetas Gregory Corso, Gary Snider, Phillip McClure, y el editor Lawrence Ferlinghetti.

La vida de Kerouac estuvo signada por la literatura y su adicción a la bebida. La fama le llegó tarde, varios años después de haber publicado su obra maestra “En el camino” (1957), y lo encontró como un Elvis en su época obeso, totalmente alcohólico, y dando famosas entrevistas por televisión como un rockstar de la literatura en plena autodestrucción.


Algo sobre la obra de Kerouac:

En 1950 publicó su primer novela “El campo y la ciudad”, un libro que hablaba de la problemática de compatibilizar la vida en Nueva York con las costumbres tradicionales de su familia. Con esta obra ganó cierto reconocimiento en el ambiente literario.

En esa época, Kerouac realizó una serie de viajes frenéticos junto a Neal Cassady atravesando los Estados Unidos de costa a costa y llegando siempre hasta México. El combustible de estos viajes siempre fue la locura, la excitación, y las anfetaminas. Kerouac decidió relatar esas aventuras en el tono en que hablaba Cassady, siempre excitado, con una métrica al ritmo de su respiración a la que Kerouac llamó “prosa espontánea”, muy influida también por los fraseos de sus ídolos del jazz bebop, como Charlie Parker. En su casa, tomando benzedrina para no dormir y seguir escribiendo, Kerouac terminó la novela en sólo tres semanas.

Durante un período de siete años en el que ningún editor quiso publicar su novela, Kerouac siguió escribiendo y junto a Ginsberg y Snyder comenzaron a ganar cierta fama como poetas beats. Finalmente, después de deambular en busca de editores para su libro, “En el camino” fue publicada en 1957. La novela fue un éxito arrollador y lo lanzó a la fama. Los viajes alocados por las rutas de Estados Unidos se pusieron de moda entre los jóvenes, que los veían como una forma de vida que les permitía escapar del modelo social típico de la sociedad estadounidense. Pero Kerouac no supo asimilar su nuevo rol de ícono cultural (comparado con rebeldes como Marlon Brando y James Dean) y se convirtió en un alcohólico terminal. Aunque siguió publicando novelas, la mayoría ya las había escrito en los años previos al éxito de “En el camino”.

“Los subterráneos” es otro libro destacado en la producción de Kerouac. Fue publicado en 1958 y cuenta la historia de Leo Percepied, un periodista de 31 años (el mismo Kerouac) y su novia, la negra Mardou. Kerouac cuenta con infinito dolor y decepción la historia de un amor fallido. Una obra maestra en la que llevó al extremo su “prosa espontánea”, escribiendo de un tirón oraciones de métricas al ritmo de la respiración, en plan bebop, que obliga a una lectura imparable, irresistiblemente real y descarnada. El prólogo de Henry Miller lo pone a Kerouac como uno de los grandes del siglo.

En 1961, publicó su último gran libro, “Big Sur”, que relata su estadía en busca de sí mismo en una cabaña en California, en los bosques montañosos del mismo nombre.

Por su educación anti judía y anti comunista, desde mitad de los años cincuenta y hasta su muerte por cirrosis en 1969, Kerouac viró ideológicamente hacia la extrema derecha. Sus fans, que habían adoptado sus obras más importantes como “En el camino” y “Los subterráneos” como verdaderos modelos de vida outsider y en contra de las reglas represivas de una sociedad destrozada, no podían creer que ese borracho perdido que aparecía en televisión estuviera a un paso del fascismo y del Partido Fascista de América.





Novelas

- El campo y la ciudad (1950)
- En el camino (1957)

- Los vagabundos del Dharma (1958)
- Los subterráneos (1958)
- Doctor Sax (1959)
- Maggie Cassidy (1959)
- Tristessa (1960)
- Lonesome Traveler (1960)
- Big Sur (1962)
- Visiones de Gerard (1963)
- Desolation Angels (1965)
- Satori in Paris (1966)
- Vanidad de Duluoz (1968)
- Pic (1971)
- Visiones de Cody (1972)
Poesía
- México City Blues (1959)
- Poemas dispersos (1971)
Varios
- Book of dreams (1960)
Cine
- Pull my daisy (1961). Película de Robert Frank en la que Kerouac es el narrador.
Grabaciones
- Poetry for the Beat Generation (1959)
- Blues and Haikus (1959)
- Readings by Jack Kerouac on the Beat Generation (1960)


domingo, 22 de noviembre de 2009

Trilogía de Alejandro Dolina

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Si alguien agarra un libro de
Alejandro Dolina y recorre algunas de sus páginas, puede identificar fácilmente quién es el autor. Las mezclas de influencias como Miguel de Unamuno, Carlos Gardel, Humberto Constantini, Platón, Oscar Wilde, Shakespeare o Miguel Ángel, hacen de su relato un estilo único.


Su primer libro fue Crónicas del Ángel gris (1988), un compilado de relatos que en su mayoría habían sido publicados en la revista Humor y se llegaron a vender más de 500.000 ejemplares durante varias ediciones y versiones.

Las diferentes historias giran en torno al Ángel Gris (ya todo un personaje de culto dentro de la literatura argentina), un repartidor de sueños del barrio de Flores. Sus habitantes se pueden dividir en dos grandes personalidades: los Hombres Sensibles y los Refutadores de Leyendas.
Los primeros son los soñadores, los sensibles, los que creen en hadas, fantasmas e historias fantásticas. Los que hacen que las historias puedan desarrollarse. El polígrafo Manuel Mandeb, el poeta Jorge Allen, el músico Ives Castagnino y el "Ruso" Salzman, jugador compulsivo, son algunos de estos personajes (que ya forman parte de sus personajes y se repetirán en otros cuentos y otros libros).
Los Refutadores de Leyendas son personajes suspicaces, racionales y necios. Se dedican a negar todos los episodios fantásticos que ocurren en el barrio.


Hizo esperar a todos los fanáticos, y recién en 1999 sacó su segundo libro: El libro del fantasma. Los relatos pueden leerse como una continuación del anterior. La estética y la temática son parecidas, y el barrio de Flores sigue siendo central, pero se agregan otros relatos fantásticos en China y lugares afines.

El protagonista recibe en la plaza de Devoto la visita de un fantasma escritor recientemente fallecido, que firmó un contrato para escribir un libro y murió sin escribir ni una página. Entonces le pide a este que escriba por él todo lo que quiera para llenar las páginas, y a cambio, le promete el amor de la mujer de su vida.
A lo largo del libro se van desarrollando los relatos, intercalados por este personaje y el fantasma, que va supervisando que todo salga bien.





Por último, llegó el Bar del Infierno (2005), un libro que se inspiró en el programa televisivo que llevaba el mismo nombre en Canal 7.
La acción transcurre en un bar del que no se puede salir, no porque no haya puertas, sino porque no existe el afuera. El narrador de Historias es un hombre condenado a contar un cuento cada noche. Los textos que componen el libro provienen de las copias realizadas por Dimas Santángelo, un anciano que robó los libros al Narrador, cuyos relatos son eternos.
La temática de los relatos siguen a los libros antecesores, principalmente al del fantasma.





Muchos de sus cuentos fueron llevados con muchas ganas a la pantalla. Aquí algunos...

Basado en Carreras secretas




Basado en Las tetas de Devoto