lunes, 14 de septiembre de 2009
Acabo de escribir dos poemas
Visión de niño
Una vuelta en una verde pradera le hice frente a un toro.
Creí que iba a vencerlo, tenía sólo cuatro años.
Todo dentro de las paredes de mi cuerpo era real.
Por eso enfrenté al animal con un pañuelo rojo y la altura de un pato.
Cuando corrí para escapar del corral, ni miré atrás.
No me importaba que miles de bestias me arrollaran, casi hubiera podido volar.
Era niño. No había visto una sola flor seca.
Poema frío
Algo había perdido, me lo habían quitado. Ahora preparaba la mortaja con disciplina. La conciencia del dolor.
Como un oriental respeté el momento frío.
Dejé congelarse adentro mío miles de lagos inmensos.
Apagué el fuego con mugre, barro, lodo y agua estancada y llené cada una de mis articulaciones con abono de insignificantes mamíferos.
Estaba muerto. Sin luz en el ojo.
Patricio Lange.
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